La mamoplastia de aumento, o lo que de forma habitual llamamos aumento de pecho, es una de las cirugías más comunes que realizamos en la actualidad.
Consiste en una cirugía en la que, mediante una prótesis de mama, aumentamos el volumen del pecho. Al mismo tiempo que aumentamos el volumen del pecho, esta cirugía nos permite modificar algunas características de la mama para poder dar una forma más agradable y corregir pequeñas deformaciones.
Indicaciones:
El aumento de pecho se indica en un número muy variado de pacientes:
-Mamas pequeñas
-Asimetrías mamarias
-Mamas vacías después de lactancias
-Mamas ligeramente caídas
-Primer paso en la reasignación de sexo de hombre a mujer
Lo más importante de la cirugía es pensar en la mama que nos gustaría tener. Las técnicas actuales permiten crear multitud de formas y volúmenes diferentes para una misma persona. El abanico va desde mamas muy artificiales hasta pechos realmente naturales, y es la obligación del cirujano plasmar sobre la piel las ilusiones que tiene cada paciente.
Es importante tener una idea del volumen que se quiere conseguir, la forma del pecho, del escote, dónde queremos la cicatriz o cómo de juntos nos gustaría tener los pechos.
VOLUMEN
Normalmente hablamos de tallas de sujetador para referirnos al volumen mamario, y en ese aspecto generalizamos demasiado. Cuando estamos hablando de una 90, 95 o 100 nos referimos al contorno del tórax, donde ciertamente la medida del pecho influye, pero no tanto como nos gustaría para simplificarlo todo. En realidad el volumen mamario en el sujetador se mide por una letra, que empieza por la A, la más pequeña, y va aumentando en la B, C, D, DD, etc. En general, y para simplificar, asociamos la talla 85 con la A, la 90 con la B y la 95 con la C. Pero debemos de tener en cuenta que esto es una gran generalización porque además a esto hay que añadir un factor extra: la no estandarización de las marcas de sujetador. Hay marcas de sujetador que tienen patrones muy estrechos y rápidamente se llena una talla 95, y otras tienen patrones mucho más anchos. Normalmente, podemos decir que las marcas más deportivas utilizan tallas más anchas, y las de fantasía acostumbran a tener las tallas más pequeñas, por lo que se tiene que utilizar una talla superior.
CICATRICES
Son 3 las cicatrices por las que se puede introducir una prótesis:
- Axila. Para mi es la cicatriz más invisible, porque queda escondida en un pliegue del ápex de la axila, y al cabo de unos meses es muy difícil de ver. El inconveniente de esta cicatriz es la dificultad de realizar modificaciones en la forma de la mama desde la axila y la imposibilidad de levantar el pecho, si éste está caído. Sólo se puede realizar en aproximadamente un 30% de las pacientes.
- Areola. Es la cicatriz que se utiliza de forma más común. Queda escondida en la parte inferior de la areola, en la interfase de la piel pigmentada con la piel clara, y comienza a disimularse a los 6 meses de la intervención, cuando la cicatriz pierde la rojez. Permite realizar cambios en la mama y elevarla en casos de una mama ligeramente caída.
Tiene la ventaja que cuando la paciente se tumba es prácticamente imposible verla porque queda escondida en los pliegues de la areola, aunque a veces puede ser visible si se observa el pecho de pie.
- Submamaria. Es la cicatriz que menos se utiliza, aunque probablemente sea la más fácil, técnicamente, para el cirujano. La cicatriz queda escondida en el pliegue inferior de la mama. Permite cambiar la forma y elevar la mama. Es una cicatriz que queda escondida con la sombra del pecho cuando la paciente esta de pie, pero que es visible cuando la paciente se tumba. No es una cicatriz que se recomiende a aquellas personas que practican el top-less.
ESCOTE
Son dos las partes del escote que son modificables: la parte superior y la parte interna.
- La parte superior o polo superior, como se denomina técnicamente, es la zona del pecho que se encuentra por encima del pezón hasta llegar a la clavícula. Podemos definir muchos tipos de polos superiores, desde aquellos que están muy vacíos y pueden imitar un "tobogán" hasta aquellos tan llenos y artificiales que parecen globos. Las técnicas actuales permiten definir con precisión la artificialidad del polo superior. Tenemos muchas opciones para escoger.
- La parte interna o "canalillo" es la separación que encontramos en el esternón entre los pechos. Podemos definir tres grandes grupos: la separación amplia, la separación normal y los pechos cerrados.
BOLSILLO PROTÉSICO
Existe la falsa creencia de que las prótesis colocadas por debajo del músculo tienen una apariencia más natural y una evolución más buena a lo largo de los años. Esto es falso. De hecho, hay más de 5 formas diferentes de colocar una prótesis de mama y esta variedad existe porque no hay ninguna perfecta, todas tienen ventajas e inconvenientes. Aunque siempre hay una opción preferida para cada anatomía.
De forma muy general podemos decir que las prótesis se pueden localizar por debajo de la glándula mamaria, por debajo de la fascia pectoral (una capa del músculo pectoral), por debajo del músculo pectoral o incluso en planos mixtos, donde una parte de la prótesis queda por encima del músculo y otra parte queda por debajo (planos dual).
La elección del plano protésico es muy importante y requiere muchos años de experiencia para escogerlo adecuadamente, porque lo que puede parecer perfecto ahora puede generar problemas con los años o en futuras lactancias. Aunque pueda parecer sencillo, la anatomía humana es un poco más complicada de lo que uno piensa. Los tejidos vivos tienen comportamientos diferentes a lo largo de los años, y la influencia de la genética también es muy importante. Comentar las dudas, las ventajas y los inconvenientes de cada plano con tu cirujano es muy importante.
PRÓTESIS MAMARIAS
Actualmente podemos dividir las prótesis mamarias según su contenido en: prótesis de silicona y prótesis de suero.
Las prótesis de suero fueron las primeras que se utilizaron, y aún se utilizan en algunos sitios. Como gran ventaja podríamos decir que son muy seguras en caso de rotura, pero también tienen grandes inconvenientes. El primero es que el resultado no es tan natural como el generado con prótesis de silicona. El tacto es como el de un globo lleno de agua, e incluso, en algunas pacientes, se puede oír el ruido del suero al mover el pecho. Además, tienen tendencia a deshincharse con el tiempo. Difícilmente serán prótesis que estarán perfectas más allá de 10 años.
Las prótesis de silicona son las más utilizadas en nuestro país. Consisten en una cobertura de silicona solida en el interior de la cual hay un gel de silicona. Las primeras prótesis de silicona no tenían gel de silicona en su interior, sino silicona líquida. Ello provocaba que el tacto de la prótesis fuera muy natural, pero tenían un problema cuando se rompían: la silicona líquida tiene tendencia a desplazarse por el cuerpo y migra hacia los ganglios linfáticos, y generaba muchos problemas en las pacientes portadoras.
Esto se solucionó con las prótesis de gel, que tienen más consistencia y aunque se rompan, su contenido no se desplaza por el cuerpo. La primera generación fue de baja adherencia, y con cada nueva generación ha ido aumentando la dureza de la silicona. Ello hace que tengan una alta durabilidad, pero también las hace un poco más artificiales al tacto.
La cobertura de la prótesis es de silicona sólida, y esta cobertura puede ser lisa o rugosa. Actualmente, la práctica totalidad de las prótesis son rugosas porque dan mejores resultados.
Finalmente, está la forma del implante. Según la forma del implante éste puede ser simétrico o anatómico. Los simétricos son aquellos que tienen forma redonda.
De implantes simétricos hay de muchos tipos, según el grado de esfericidad. Cuanto más redondos son, decimos que tienen más proyección. A más proyección, normalmente, tenemos más artificialidad.
Los implantes anatómicos son los asimétricos, los que tienen una parte superior menos llena que la inferior, dando una forma que pretende imitar mejor la forma de una mama natural, como una lágrima o una gota de agua.
Al contrario de lo que se puede pensar, no siempre la forma anatómica da resultados más naturales, ni al revés. La forma final de la mama depende de muchos factores, incluyendo la forma de la mama antes de operar, la forma del implante o de cómo se adapta este implante a la mama. Hay muchas variables a tener en cuenta y muchas formas posibles de prótesis disponibles en el mercado.
Lo más importante de un implante es que sea de una marca reconocida, que tenga el marcaje CE y que tenga una garantía detrás. Sólo eso nos permitirá afirmar que se trabaja con implantes de calidad.
La mamoplastia de aumento es una intervención que requiere una visita previa exhaustiva para determinar todos los detalles y los aspectos finales del resultado, aunque el acto quirúrgico en sí es relativamente sencillo.
Antes de realizar la intervención es necesario realizar unos estudios preoperatorios para comprobar que la paciente está sana. Estamos delante de una cirugía estética y nos tenemos que asegurar de que durante el acto quirúrgico no se produzca ninguna sorpresa.
La anestesia que se utiliza habitualmente es la general, aunque en algunos casos se puede utilizar la local con sedación. Nuestro equipo de anestesia trabaja con nosotros de manera muy estrecha, permitiendo utilizar dosis mínimas de fármacos anestésicos, lo que ha permitido hacer desaparecer prácticamente las nauseas, los vómitos y las molestias al orinar. La anestesia es tan suave que permite el alta el mismo día para aquellas pacientes que así lo deseen.
El acto quirúrgico dura aproximadamente una hora.
Cuando la paciente se despierta se encuentra, normalmente, con un sujetador especial y es dada de alta el mismo día o al día siguiente.
El postoperatorio es muy variable de una paciente a otra. Para la misma intervención hay personas que se recuperan muy deprisa y sin dolor, y hay otras a quien les cuesta un poco más.
El sujetador especial se tiene que llevar de día y de noche durante un mes seguido. Durante este mes no se puede realizar una actividad física importante, como seria el deporte.
La reincorporación al trabajo se realiza normalmente a la semana de la intervención. Pero esto es muy variable, dependiendo del tipo de trabajo que se realice.
Ninguna cirugía esta exenta de complicaciones, aunque la mamoplastia de aumento es una de las técnicas más seguras que hay.
En las primeras horas, hay un riesgo de acumular líquido alrededor de las prótesis que es lo que técnicamente se denomina hematoma quirúrgico. Esto pasa en las horas inmediatamente posteriores a la cirugía, cuando aún se está en la clínica, y se soluciona mediante una punción o evacuación.
Los primeros días hay riesgo de infección. Habitualmente se proporciona un antibiótico para evitarlo y se pautan unas curas sencillas.
A partir del primer mes y medio hay riesgo de contractura capsular. La contractura capsular o encapsulamiento es una reacción del cuerpo de la paciente a la prótesis. El 100% de las pacientes portadoras de prótesis crean una capa fina y elástica alrededor de ésta, lo que se denomina cápsula. Esta capa tiene como máximo 1 mm de grosor y permite el movimiento normal del implante. Hay pacientes que reaccionan de forma exagerada al implante y en vez de realizar una capa de 1 mm la hacen mucho más gruesa, provocando que la prótesis quede atrapada, se redondee e incluso que pueda subir. Esta reacción puede ser pequeña o ser muy grande, dejando la prótesis dura como una piedra. Es muy importante su diagnóstico precoz, porque nos permitirá determinar rápidamente el tratamiento y evitar su progresión. El tratamiento de la contractura pasa por unos masajes, unas pastillas, ultrasonidos e incluso, en el peor de los casos, una nueva intervención.