La cirugía íntima es un conjunto de técnicas diferentes que sumadas forman un global. Se debe huir de patrones determinados y se tiene que intentar personalizar al máximo la cirugía para obtener los mejores resultados. Por eso el diagnóstico es la herramienta fundamental para planificar la cirugía y poder asegurar el resultado.
Las técnicas de cirugía íntima femenina son muy seguras en manos expertas, y también relativamente rápidas.
Antes de la intervención es necesario realizar unos estudios preoperatorios para asegurar que la paciente está sana y que podemos operar con las máximas garantías.
La anestesia utilizada normalmente es la local con sedación. Es decir, se induce un sueño suave para poder aplicar anestesia local a la zona, y una vez la zona está dormida la paciente puede escoger entre continuar dormida durante la intervención o estar despierta sin notar dolor. En algunas ocasiones también es posible anestesiar de cintura para abajo.
La duración de la intervención depende de la suma de tratamientos que se realicen, pero en general hablamos de entre 45 minutos y 1 hora y 30 minutos.
Después de la intervención es necesario llevar ropa interior ajustada y una compresa durante la primera semana. El alta se da a las pocas horas de la intervención.